La velocidad del cambio es más importante que el propio cambio. Esta dinámica nos enseñó que hay cosas que son irreversibles y otras, inevitables.
La transparencia, por suerte, es una de éstas últimas. Cada vez estamos más expuestos por el uso -y abuso- de las redes sociales, y eso obliga a las empresas y organismos de control de un gobierno a sociabilizar más sus comportamientos.
Piensen ustedes que Whatsapp recién nació en el 2009; Instagram, en el 2010, y que podemos chatear con la inteligencia artificial desde hace apenas ocho meses, y ya nos cuesta imaginar cómo sería nuestra vida sin estas nuevas apps.
¿Qué es el código QR?
El código QR (del inglés Quick Response code) es la evolución del código de barras. Se trata de una matriz que se lee en un dispositivo móvil por un lector específico y, de forma inmediata, nos lleva a una aplicación en Internet, a un mapa de localización, a un correo electrónico, a un sitio web o a un perfil en una red social. Este avance lleva menos de 10 años y es una cuestión irreversible, ya que en poco tiempo dejaremos de usar efectivo en nuestro día a día, ya sea por cuestiones de seguridad o por la dificultad de trasladarlo.
Y en consecuencia, presenta como inevitable la formalización de la economía en general. El uso del código QR cada vez gana más popularidad, pero es imprescindible seguir el camino para potenciar su uso. Es una herramienta que evita problemas de seguridad al extraer efectivo de los cajeros automáticos y agiliza procesos, tanto para el que compra como para el que vende.
Una herramienta para quienes pagan y para quienes cobran
Como ejemplo, podemos contar que más de 100.000 personas pagaron con QR desde la app Naranja X en el último mes de agosto. Esta forma de pago transparenta las operaciones, pero no solo al usuario, sino también a una vasta red de más de 134.000 comercios que se sumaron a Naranja X.
Y a su vez, pasa a ser una gran herramienta de finanzas personales. En épocas inflacionarias como estas, con altas tasas de interés, permite administrar el crédito, combinando saldos en cuentas remuneradas, capitalizando lo que tenemos depositado y los vencimientos del pago mensual.
Al mismo tiempo posibilita a los comercios minoristas y emprendedores recibir una transferencia instantánea de los fondos, lo cual les permite administrar la rotación de la mercadería y potenciar su relación con los proveedores.
Por eso, como siempre sostenemos en este espacio, estas soluciones tecnológicas maximizan la administración financiera, tanto para quienes compran como para quienes están del otro lado del mostrador.
Material realizado para el Newsletter Data & Consumo de Naranja X
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